Los perros son bien conocidos por todos nosotros, no solo por la gran utilidad solidaria que realizan, sino porque también son considerados los mejores amigos del hombre.
Pero mas allá de todas estas grandes virtudes que nuestros amigos de 4 patas nos dan, hay otras que en la convivencia debemos saber, porque también nos enseñan cosas útiles sobre la vida.
Los perros nos enseñan diez cosas de la vida
1 – Mucho amor
Estos animales son verdaderamente fieles a sus dueños los humanos, y una forma en demostrar que lo son es por la gran capacidad de amor que nos ofrecen permanentemente.
Dan amor en todo momento, y este sentimiento nos ayuda en nuestra vida diaria. Cuando estas triste por ejemplo, sentir este sentimiento incondicional te levantara el animo inmediatamente. Este sentimiento lo podes descubrir y entender solo de estos amigos.
2 – Los errores son normales
Los perros hacen muchas cosas, y seguramente en varias de ellas se equivocan, no una sino varias veces. Pero estas equivocaciones no los hacen tener miedo y no volver a intentarlo. Por el contrario siguen adelante aunque nuevamente se equivoquen.
Esto es algo que deberíamos aprender de ellos. Equivocarnos, cometer errores no tienen que hacernos terminar con la idea que teníamos. Por contrario tenemos que volver a intentarlo.
3 – Estar en comunidad
Los mamíferos son gregarios, o sea que viven en manadas, en grupos y esto les da seguridad y por esto saben vivir en comunidad, con compañerismo y se sienten protegidos.
Gran enseñanza, para nosotros, máxime en los tiempos que corren en lo que nos hemos vuelto mas individualistas. Estar en contacto con los demás nos generan muchos beneficios. Aprendamos de nuestros compañeros.
4 – Ser agradecidos
Si hay algo que no podemos dejar de observar es la gran gratitud que los perros tienen hacia con nosotros. Sumado a su fidelidad y dándonos amor. Por lo tanto esta es otra gran enseñanza que debemos tener en cuenta.
Ser agradecidos en la vida es maravilloso. Tan solo usando mas la palabra gracias nos sumergirá en un mundo mas grande y maravilloso y rodeados de amor de nuestros pares.
5 – Ser fieles
La fidelidad distingue a estos amigos de cuatro patas. No importa la situación de vida que lleven adelante, ellos encontraran el momento de demostrar absoluta fidelidad.
Ser fieles esta directamente relacionado con las palabras lealtad y honestidad. Por lo que es muy importante que aprendamos a ser tan fieles como nuestros perros.
6 – Expresemos nuestras emociones
Los perros demuestran de muchas formas sus emociones. Obvio que no con palabras pero si con actitudes. Si están contentos moverán la cola, si no se sienten bien estarán mas aislados y poco expresivos, etc.
Por lo tanto debemos aprender como los perros a expresar lo que sentimos. Debemos manifestar nuestros sentimientos y nuestras emociones.
7 – Relajarnos
Los perros no tienen preocupaciones, viven el segundo a segundo sin pensar en sus consecuencias ni hacerse problemas por las cosas que les pasan.
Por lo tanto aprender a relajarnos, sea con meditación, o con una buena siesta o mirando algo que nos guste, es fundamental para lidiar con este mundo estresante que transitamos.
8 – Aprender a escuchar
Los perros gracias a su sentido de oído, saben escuchar las ordenes que les damos y cumplir muy bien lo que le pedimos. Esto es porque relacionan gracias al oído las palabras y sus consignas, por lo que al escucharlas saben lo que tienen que hacer.
Por lo que es muy bueno aprender a escuchar al otro y poner atención a sus palabras.
9 – Mantenernos activos
Si hay algo que los perros hacen siempre es mantenerse activos. Siempre estarán jugando o se divertirán. Solo paran a la hora de dormir para recuperar fuerzas. Mantener actitudes positivas, y estar activos nos dan energía, nos genera buenos pensamientos y hasta nos curan los malestares.
10 – Hay que creer en nuestros instintos
Los perros no son racionales, ellos actúan por instinto puro. Por lo tanto a veces no pensar tanto, dejarnos llevar por lo que nos salga instintivamente, puede llevarnos a vivir la vida mas al limite, satisfactoriamente y sin preocuparnos por tantas cosas que realmente no valen la pena.
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