Decir que “NO” a nuestros hijos es algo a la larga muy beneficiosos para ellos, les estamos ayudando a sentirse mucho más felices y seguro.
Poner límites, no es maltratar, los niños son esponjas, todo lo absorben, lo bueno, y lo que no también, y allí es donde, por nuestra experiencia le podemos ayudar y no dejarlos a la deriva.
A los hijos se le corrige con mucho amor, cariño y paciencia y así aprenderán, te lo aseguro. Yo en lo personal agradezco a mis papás por los correctivos que me dieron, gracias a eso soy una persona responsable y comprometida con mi familia.
Los niños saben perfectamente cómo deben comportarse para alterar emocionalmente a sus padres y finalmente conseguir aquello que tanto desean. Muchos Padres, especialmente a los padres primerizos se le dificulta decirle que no al niño y terminan complaciendo sus necesidades y deseos.
Ponerle límites al niño le sirviera para evitarse miles de problemas en el futuro. Esos límites te ayudaran a criar niños felices, educados, respetuosos y sobre todo responsables de su propia vida.
Aprender a decir no a tus hijos –sobre todo cuando lo que quieren no es lo que necesitan- te ayudará a dosificar tu autoridad, con el propósito de corregir alguna conducta y prevenir alguna dificultad que puedas tener a la hora de educarlos e inculcarle valores fundamentales. Con el tiempo descubrirás que, aunque suene contradictorio, en muchas ocasiones, cuando un padre le dice que no a su hijo lo está ayudando a sentirse más feliz como ya mencionamos anteriormente
La crianza de un niño es complicada
Marcar un límite no es algo negativo, y es algo que debe dejar de asociarse con gritar, alzar la voz, enfadarse o llegar a faltar el respeto.
Marcar límites supone poner una restricción, decir que NO a una petición que eres incapaz de cumplir en dicho momento, esto es algo positivo porque le enseña al niño que algunas veces tiene que esperar hasta que tenga lo que quiere.
Marcar un límite a las peticiones de los niños también los enseña a corregir sus actitudes, y que hay consecuencias a cierto tipo de comportamientos.
Cuando el niño te pide algo y no se lo compras y nunca has establecido un límite, ten por seguro de que empezara un berrinche y a gritar, y para hacer que su rabieta termine, terminarás comprando lo que quiere solamente para que todos dejen de mirarlos.
Esto NUNCA debería de hacerse, porque solamente refuerza los comportamientos negativos, enseñándoles a los niños que con una rabieta conseguirán lo que quiere, cuando no es así (o no debería)
Los niños a quienes no se le colocan límites a temprana edad, son poco tolerantes a la frustración cuando sean personas mayores, además de que se muestran incapaz de controlar sus emociones y les cuesta obedecer órdenes y cumplir normas.
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