La crianza de un niño puede ser una tarea realmente complicada. Incluso más si el niño toma actitudes groseras o no agradables.
Pero no te preocupes, es algo muy común que los niños en algún momento de su crianza tomen esta postura, pues lo que ellos hacen es probar los límites de autoridad que tienen contigo. También es posible que lo quieran hacer con sus maestros en la escuela, con algún otro familiar e incluso en lugares públicos.
Lo mejor que puedes hacer en estos casos es tomártelo con calma, dedicarle tiempo, amor y paciencia a la disciplina, a la enseñanza y a la educación que le transmitas.
Los mejores consejos para combatir a un niño grosero y desobediente
1- Demostrarle amor y protección
Este ítem es el más importante de todos. El amor debe ser transmitido de todas las maneras posibles: con el diálogo, con las acciones, con demostraciones específicas corporales y verbales y mucho más.
Si el niño se siente querido, protegido y amado no querrá desafiarte. Querrá aunarse a ti, querrá compartir contigo y apoyarse en ti. Es fundamental que refuerces todos los días el cariño y la contención.
2- No gritarle ni dejar que te grite
Los gritos son cosa solo para escuchar en los juegos. Que el niño grite cuando está jugando ya sea solo, con sus amiguito o contigo está genial; pero no debes permitir que te grite a ti ni a nadie.
Los niños que crecen en ambientes tranquilos son más tranquilos. Si tu le das cariño y contención es posible que el niño no salga mal educado ni grosero, pues no habrá recibido eso en su hogar.
3- No reírse cuando hace algo mal
A veces es inevitable que alguna risa brote de nuestro rostro cuando vemos que un niño realiza alguna acción incorrecta pero que nos hace gracia. En general se da cuando son acciones inocentes que terminan de un modo no esperado.
Y por más difícil que sea a veces contener esa risa, será mejor que lo intentes porque de manera contraria estarás apoyando a que sus travesuras son divertidas y que están bien. Mejor muéstrale tu descontento así el niño sabe que está haciendo algo indebido.
4- Darle seriedad a lo que corresponde
Cuando se trata de niños, sobre todo de los más pequeños nos vemos envueltos en situaciones verdaderamente cómicas e incluso a veces catastróficas. Pero solemos no tomar estas situaciones con la gravedad que necesitan.
Si el niño está haciendo alguna acción en la cual te falta el respeto a ti o a otra persona, debemos marcárselo con amor y paciencia pero no dejarlo pasar por alto ni por liviano. Démosle la seriedad que necesita el asunto así el niño comprende qué es lo que pasa.
5- Dar un buen ejemplo
Es fundamental que nuestro niño no reciba información desagradable ni grosera en nuestra casa, en el colegio, en la casa de sus familiares o amigos. Nosotros podemos controlar lo que pasa en el núcleo familiar y en nuestra casa.
Y este control tiene que ser sumamente exhaustivo pues los niños repiten y copian lo que ven y escuchan. Si nosotros nos vinculamos con respeto y amor pues los niños sabrán reproducir esto mismo.
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