Sabías que el éxito a veces es un motor y a veces es un obstáculo en la vida. Es un término subjetivo y relativo el cual tiene mucho para enseñarnos. En este artículo hablaremos sobre él.
Hay quienes ven el éxito como la fama, otros que ven el éxito como la prosperidad económica, otros ven el éxito como la felicidad misma, entre muchas otras formas de percibir el éxito en la vida.
La palabra éxito y su exigencia
Un padre siempre quiere lo mejor para su hijo. Es cierto que deseamos que nuestros hijos sean exitosos, que triunfen, que logren sus objetivos, que se sientan bien y que sean felices viviendo su propia vida.
Pero a veces, querer que sean exitosos puede presionarlos o enviarles un mensaje desagradable que nada tiene que ver con el verdadero éxito. Por eso hablaremos de esto hoy.
Los 3 peligros de exigirle éxito a un niño
1- La presión
Lo primero que puede generar la exigencia a un niño de ser el mejor en lo que hace es la presión. La presión que es innecesaria en este momento de su vida, en el cual tienen tienen que dedicar su tiempo a aprender, a jugar, a equivocarse, entre otras cosas.
Es importante no presionarlos y dejarlos que actúen a su tiempo y a su modo. Apoyándolos y enseñándoles el mejor camino que podemos.
2- Pérdida de motivación
La pérdida de motivación es algo que puede ser terrible para un niño. Cuando se ve muy exigido y expectante de ciertos resultados (como sacar un 10 en la escuela, correr más rápido que otros, ganar un juego, etcétera) hace que se pueda frustrar y perder el interés por las cosas.
Lo mejor es motivarlos aunque les vaya bien o mal, pero que sientan el acompañamiento de tu parte.
3- El miedo
Algo que puede generar también gran malestar en el niño es el miedo. Si uno le demuestra el miedo al fracaso el niño nunca podrá aprender. Esta sensación está estrechamente relacionada con lo que pensemos que es el éxito.
Mejor enseñarles que se pueden equivocar, que es parte del aprendizaje y que es natural y que está bien vivirlo.
Cómo desear éxito de modo saludable
Cada individuo es como es. Cada niño tiene sus tiempos, sus formas, sus deseos, su educación, su tolerancia, su perseverancia, entre mucho más. Y hay que respetar la forma de ser de cada uno. Por sobre todas las cosas.
Uno siempre tendrá el deseo de que evite problemas o errores, de que todo le salga bien y feliz. Pero hay que entender que es necesario que lo hagan para aprender y para poder justamente llegar al éxito de ser buenas personas, de ser personas felices que disfrutan de vivir y hacer lo que desean en la vida.
Soy una persona cariñosa, me gusta viajar mucho y encontrar la mejor manera de dar a conocer todo lo que se a los demás
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